Ante esta situación muchos restaurantes se han adaptado rápidamente optando por alternativas como el “Take away” y el “Delivery” como una nueva oportunidad en sus negocios. Y es que, ante tiempo de dificultades, toca reinventarse.
Los maratones de series y el crecimiento en la demanda de comida a domicilio se parecen más de lo que pueda parecer. Y no por el hecho de que sea muy cómodo encargar comida para ver una serie, sino porque hablamos de dos sectores que han tenido que adaptarse a unos determinados cambios en los hábitos de consumo.
Respirar conscientemente, aquietar la mente, y vivir el aquí y ahora recomiendan los coach de turno y los expertos en espiritualidad. Sea como sea, la realidad es la que es y cada vez más gente tira de comida para llevar cuando el hambre llama al estómago. El take away también forma parte del ahora y aquí porque cada vez tiene más demanda y su crecimiento no parece que vaya a parar a corto plazo.
Preguntémonos, por tanto, ¿qué distingue una buena de una mala carta en un establecimiento de restauración? Una buena o mala carta en una de nuestras pizarras de García de Pou, por ejemplo, se distingue por varios elementos gráficos, sí, pero también de distribución de la información.
¿Poké? Sí, poké. ¿Una moda? A lo mejor. Quizás ha llegado para quedarse como parece que ocurre con el ceviche sudamericano. Cada vez hay más fans del ceviche y ahora llega un competidor: el Poké. Y llega surfeando, porque viene de Hawaii. Como el ceviche, la base es pescado crudo macerado y condimentado, un plato típico de los pescadores de aquellas islas del Pacífico que se acompaña de muchas maneras: con aguacate, arroz, quinoa, algas, mango, pepino, lechuga, edamame… y rematado con una salsa como, por ejemplo, soja, aunque hay múltiples opciones. Como combinación está al servicio de la imaginación y es un plato muy completo y saludable.
Le proponemos una colección bufé en acero galvanizado que resulta ideal para preparar mesas, aparadores y cantinas con un aspecto retro y campestre, así como una nueva línea de melamina en negro con raya marrón orientada a hoteles, restaurantes y cáterings, que mantiene el aspecto elegante de la porcelana a la vez que incorpora un toque más moderno.
Centrándonos en la colección en acero galvanizado, observamos cómo la composición metálica ofrece un acabado rústico y original. Este acero ha sido tratado con un lacado especial para obtener una mejor resistencia al desgaste y permitir el contacto alimentario. Se compone de tres bandejas redondas, una jarra, una bandeja oval y un vasito truncado, colección perfecta para utilizar en bufés y servicio de mesa, y que puede contener todo tipo de alimentos y cubertería.
Con el objetivo de cumplir con la nueva Directiva Europea de reducción de plásticos de un solo uso, que entrará en vigor en 2021, nos centramos en materiales sostenibles, es decir, que provienen de recursos renovables.
En esta ocasión, les presentamos dos materiales alternativos a los derivados del petróleo. Los dos son considerados materiales ecológicos, ya que son 100% biodegradables, por tanto, respetuosos con el medioambiente y libres de aditivos y tóxicos.
En primer lugar, nos gustaría destacar el nuevo diseño “Vichy” de Like-Linen, un diseño clásico que emula la mantelería de tela con el fin de evocar la cocina casera y tradicional. Este juego de servilletas, mantelines y rollos de mantel de gran calidad están fabricados en Spunlace, un complejo compuesto de viscosa y celulosa. Este material los hace resistentes y agradables al tacto, por lo que parecen hechos de tejido textil. Además, tanto la materia prima como las tintas son biodegradables y compostables, por lo que contribuyen a la preservación del medio ambiente.
«Caronte, cansado de transportar almas al otro lado del río Aqueronte a cambio de una moneda, se hace repartidor de pizzas y comida a domicilio: montado encima de una barquilla voladora, reparte a toda velocidad en un mundo imaginario, ingrávido». Con estas palabras describe Quim Hereu la obra que ha hecho para la portada del catálogo 2019/20 de García de Pou. En ella se puede ver la antigua barca de Caronte amarrada en el puerto y también «seres estrambóticos que contemplan sus evoluciones, propias de un equilibrista francés. Al fondo, un caracol del Tiempo reparte juventud eterna a todo aquel que la desea». Se trata de una pieza muy característica de la obra de Hereu, el pintor catalán que es considerado el máximo representante del Estrambotismo, una corriente artística iniciada en los años 70 en el Empordà por Joan Fuster Gimpera. Fuster dejó en herencia el Estrambotismo a Hereu para que fuese su sucesor y lo revitalizara. Aplicando su estilo propio a la esencia de los productos de García de Pou, ha resultado esta obra exquisita.