El borrador de Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases, todavía en fase de discusión, prevé que, en los próximos años, se sustituyan progresivamente algunos envases de un solo uso por envases reutilizables en el sector de la alimentación. Pero en este borrador no se han tenido en cuenta las peculiaridades de una parte muy importante del sector como es el de la comida rápida y la comida para llevar, en los que el efecto podría ser el contrario al deseado. Lavar estos envases correctamente supondrá un inmenso gasto de agua, un bien cada vez más escaso, y podría comportar problemas higiénicos y de contaminación cruzada, según un estudio reciente.
La Unión Europea busca ampliar el uso de envases reutilizables en el sector de la restauración en dos fases: un 10% para el año 2030 y un 40% para el año 2040. Sin embargo, un estudio reciente de la consultora Kearney, encargado por McDonald’s, concluye que el cambio en los envases reutilizables de comida para llevar, como por ejemplo la sustitución de las bolsas de papel, los envoltorios o las cajas de pizza, haría aumentar el uso de plásticos en el sector de la alimentación. En particular, en el caso de restaurantes tradicionales, el desperdicio de envases de plástico aumentaría hasta un 300%, y en el caso de la comida para llevar, más de un 1.500%.
Además, se requerirá lavar los envases reutilizables, lo que supone el uso adicional de hasta 4.000 millones de litros de agua. También habrá un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido a la producción de nuevos artículos de plástico. El informe se centra en cadenas como Starbucks o McDonald’s, pero también en kebabs, pizzerías, hamburgueserías, food trucks, cafeterías, autoservicios y establecimientos de zumos o batidos, donde el 56% de todos los envases están hechos de cartón, el 24% de papel y sólo el 7% de plástico, mientras que el resto está hecho de materiales mixtos.
Por último, y no por ello menos importante, se trata de envases que deben cumplir estrictos requisitos de seguridad alimentaria, por lo que pasar a un modelo reutilizable aumenta el riesgo de bacterias o alérgenos no deseados en los envases, ya que los clientes se llevan los envases y pueden reutilizarlos para cualquier uso.
El negocio de la comida para llevar y la comida a domicilio no ha parado de crecer en los últimos años. Representa un 70% de los ingresos del IEO (sector europeo de la restauración informal). Más de dos tercios de estos establecimientos son pequeñas y medianas empresas, y hay más de 320.000 propietarios de negocios. Pero la Unión Europea no ha tenido en cuenta sus necesidades y las de sus consumidores a la hora de redactar la nueva Propuesta de Reglamento de Envases y Residuos.
Las cadenas de comida rápida temen que el cambio a envases reutilizables revierta todos los esfuerzos que se han hecho durante años para eliminar el plástico de sus restaurantes. Además, instaurar un sistema de envases reutilizables supondrá un incremento de los costes de los alimentos para los consumidores. McDonald’s asegura que para que un vaso reutilizable sea viable económica y ambientalmente, debería utilizarse y devolverse entre 50 y 100 veces. En una prueba piloto realizada en algunos países del sector IEO europeo, las tasas de devolución de los envases reutilizables resultaron ser bajas, ya sea porque devolver el envase era un inconveniente para los clientes o porque no entendían cómo funcionan los sistemas de reutilización. Se desconoce si estos envases se quedan en el hogar para ser reutilizados y, a la larga, acabarán en un vertedero.
Es cierto que los residuos de envases plásticos son un problema, pero la pregunta es, ¿limitar el uso de los envases desechables de papel y cartón en el sector del take away y el delivery, es el mejor modo de abordarlo? Está claro que esa no es la solución. El estudio apunta que la clave está en un uso combinado de diferentes tipos de envases, en tener en cuenta las particularidades de cada sector, y sobre todo en apostar decididamente por los envases de un solo uso reciclables y biodegradables, como hace ya tiempo que defendemos en García de Pou.