García de Pou invierte en el Planeta

Uno de los pulmones verdes y con mayor biodiversidad del planeta, el Bosque Atlántico del Brasil, se ha visto amenazado en los últimos años por culpa de la deforestación. Por eso la ONG WeForest decidió en 2014 arrancar un proyecto para atajar el problema en algunos puntos críticos de este bosque tropical, con el objetivo de restaurar y recuperar la vida silvestre de la zona, además de ayudar a las comunidades locales a ganarse la vida con este trabajo de recuperación. En García de Pou nos hemos sumado a este proyecto, conscientes de nuestra responsabilidad social y medioambiental.

El Bosque Atlántico, originariamente con una extensión de 6 veces del tamaño de Reino Unido, había quedado reducido en los últimos 20 años a unos pocos parches verdes separados entre sí. Perdió más del 80% de su masa forestal, lo que afectó a la rica biodiversidad de la zona. La idea de WeForest era la de volver a conectar estos bosques diseminados, creando corredores de vida silvestre entre ellos, y que los animales, como es el caso del tití león negro, hoy en día en peligro de extinción, pudieran prosperar con más espacio.

 

 

Resolver el cambio climático es urgente e invertir en el planeta absolutamente necesario. Con nuestra aportación, la ONG WeForest puede seguir creando corredores, concretamente en la región de Pontal, donde los avances son significativos. Por ejemplo, entre enero de 2022 y febrero de 2023 se restauraron 258 hectáreas de masa forestal, que representa alrededor de 516.000 árboles.

 

Pictures ©IPE and ©WeForest

 

Gracias a los dispositivos de audio colocados en la zona, se han detectado también 178 especies diferentes de animales en estos nuevos bosques, 4 de ellas en peligro de extinción. Aquí se puede escuchar el sonido de un tucán toco (Ramphastos toco) y del tití león negro (Leontopithecus chrysopygus). Visite la plataforma RFCx Insights para escuchar más sonidos.

 

Pictures ©IPE and ©WeForest

 

En los informes que nos facilita la ONG, podemos ver también cómo las cámaras, con sensor de movimiento, han registrado algunos mamíferos de gran tamaño, que se han beneficiado de estos corredores de vida silvestre: tapires, lobos de crin, osos hormigueros gigantes y pumas. Incluso un jaguar, de los que solo quedan alrededor de 20 viviendo en el área de Pontal, por lo que es un privilegio poder observar uno.

 

 

Gracias a la Universidad de São Paulo y de los estudios científicos de los socios del proyecto, podemos saber que los nuevos bosques están progresando como se esperaba, en cuanto a parámetros de captación de dióxido de carbono, y que en 30 o 40 años podrán alcanzar los mismos niveles que tenían los bosques primarios vírgenes. Un dato que invita al optimismo y que, como compañía, nos enorgullece.

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