El postre de Navidad más antiguo: el tronco de Navidad
Se ha expandido desde Francia y hace unos años que podemos encontrarlo en las mesas navideñas de toda Europa. ¿Por qué un tronco? El origen de este pastel está en la celebración pagana del solsticio de invierno, con su «fiesta del fuego», en la que las familias precristianas se procuraban un gran tronco para quemar lentamente en sus lares durante los tres días que duraba la fiesta. La combustión del tronco y los ritos que se celebraban a su alrededor pronosticaban mejor o peor suerte en el año venidero. La cristianización, primero, y la industrialización, siglos más tarde, redujeron este rito atávico a un simbólico pastel en forma de tronco que se come en Nochebuena o Navidad.